sábado, 8 de junio de 2013

La Universidad y la Caverna

Comienzo este sitio de reflexiones desde la latencia que recordaba a cada instante darle forma a un inicio, inicio que siempre fue postergado por la atención a otro espacio. La situación del conflicto universitario actual atañe a toda la sociedad venezolana, es el futuro del país el que está en juego, un futuro representado en miles de jóvenes que deben desarrollar su potencialidad en un ambiente plural y con igualdad de oportunidades. Estoy convencida que es imperativo crecer como individuo en un ambiente libre de adoctrinamientos, generoso a las nuevas ideas, amplio, para que la coexistencia sea el escenario común para dirimir diferencias en términos de tolerancia y respeto. La Universidad es un espacio laboral y organizacional sensible, y como participante activa en el mismo, no podía dilatar algunas reflexiones que han venido apareciendo en el camino de mi ejercicio profesional.

¿Por qué la Caverna?



Platón, el famoso filósofo griego dejó como aporte a la humanidad un relato impregnado de la metáfora, denominado La Alegoría de la Caverna. En este relato se describe a un número de prisioneros encadenados frente a una pared que sólo recibe imágenes difusas provenientes de una serie de personas que colocan figuras contra una hoguera. Estas sombras representan la verdad para los encadenados, ya que no han tenido la oportunidad de apreciar otra, hasta que uno de estos oprimidos decide liberarse huyendo al mundo exterior. El liberado encuentra una realidad muy distinta a la de la cueva, luminosa, radiante, que incluso le ciega por momentos, es por ello que en su júbilo y dicha por el esclarecimiento que se desnuda ante sus ojos, decide regresar para contar su experiencia a los compañeros encadenados. Lamentablemente, éstos no le creen, le tildan de loco y le asesinan. 

¿Moraleja? Esta narración no hace más que describir de una forma muy ilustrativa el mundo de sombras en el que continuamente nos movemos y es por ello que precisamente la Universidad en cierta forma es ese sujeto que se libera y nos invita a conocer una nueva realidad, a valorar el conocimiento, a ejercer una búsqueda constante y hasta utópica de la verdad, porque en principio las Universidades son las casas que vencen las sombras.

Sirva esta introducción con referencia platónica para contextualizar el conflicto universitario que se ha agudizado en los últimos meses y que considero ha estado en proceso de incubación desde hace mucho pero mucho tiempo atrás ¿razones? Paradójicamente, una cultura organizacional mediocre así como el elemento politiquero-ideológico le han venido asestando duros golpes al hogar universitario, en una suerte de ring de boxeo donde se baten más de dos protagonistas.

Sobre este particular bien lo explica el Profesor Héctor Lucena de la Universidad de Carabobo, cuando en un artículo de su blog llamado “Conflicto Universitario: Representación Gremial y Salarios” expone esa realidad desde dos aristas, existen muchas más como él mismo lo aclara, pero destacan en este momento la situación gremial de los docentes y el aspecto salarial. En el primer caso el profesor Lucena expone los antecedentes históricos de estas luchas gremiales como un punto reivindicativo a aspiraciones legítimas y justas de los profesores universitarios, empleados y obreros. La variable salario siempre ha sido un punto sensible, dadas las complejas condiciones económicas que le ha tocado sortear al país a partir de la década de los ochentas. Ubicándonos en la situación actual que vive el país, donde el escenario de la estanflación se regodea ante nuestros ojos y bolsillos, no puedo dejar de preguntarme ¿Cómo llevar una vida digna como profesor, empleado u obrero del sector universitario con una retribución económica tan modesta?

Es allí donde el escenario que propicia el régimen para las negociaciones con el sector universitario, específicamente el constituido por las universidades autónomas entra en una suerte de juego perverso.  El trasfondo ideológico se ha constituido en un elemento perturbador que atenta contra los principios de la universalidad de pensamiento, como bases de sustentación de ese esclavo liberado que siempre será la universidad. ¿Cómo negociar de una manera transparente, diáfana si se pretende hacerlo desde una estructura gremial que no ha sido elegida de manera democrática por parte de toda la comunidad universitaria? ¿por qué un sindicato paralelo a todas luces afín a la doctrina del gobierno es el interlocutor escuchado y que lleva en principio la voz cantante de los beneficios acordados? ¿por qué las asociaciones gremiales universitarias hasta ahora conocidas como representantes en el tema de la discusión laboral son desplazadas ante el muro ideológico? ¿por qué se insiste en la horma doctrinaria si nuestra Constitución no lo establece así y donde además fue negada una reforma en ese sentido, en la consulta electoral del año 2007?



FAPUV (Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela) ha sido históricamente el ente mediador en este tipo de conflictos ¿por qué se desconoce el papel relevante que posee dentro del mismo? ¿por qué es imposible el diálogo a pesar de las diferencias en la doctrina, cuando los problemas a enfrentar son comunes? Simple y llanamente lo observo como una medida de fuerzas y de ejercicio autócrata del poder…

El MPPEU (Ministerio del Poder Popular para la Educación Unversitaria) ha iniciado en el mes de mayo una serie de mesas de negociación con sindicatos del sector, para discutir convenios de contratación colectiva, que como ya mencioné con anterioridad, son entes que no han sido elegidos partiendo de principios democráticos de elección popular, lo que le otorga una debilidad de origen a todos los acuerdos que se están anunciando como reivindicaciones importantes, en especial en lo que concierne a los profesores universitarios. ¿Arma de doble filo?

Por otro lado, las distintas asociaciones de profesionales de la enseñanza en las universidades autónomas, gozan de la representatividad que les otorga la historia, más esto no impide reconocer que deben trabajar y mucho para superar esa cultura organizacional tan mediocre que impera en las relaciones entre sus participantes. En mi entorno escucho voces que reclaman una falta de esa representatividad, particularmente lo siento así, ya que las políticas de inclusión no son conocidas una vez que se ingresa dentro de la universidad. El conocimiento de los beneficios que vienen implícitos una vez que se firma un contrato no necesariamente entran en vigencia de forma inmediata y el pago por el servicio de docencia  prestado no se ve remunerado en un plazo razonable. Se esgrime la razón del ahogo presupuestario y no se desconoce, pero también es importante tomar en cuenta que las universidad no se ha otorgado la oportunidad de revisarse a sí misma para reflexionar sobre la carga burocrática tan inmensa que le agobia. Las Asociaciones de Profesores no pueden estar ajenas a esta situación.

Toda este escenario ha sido el caldo de cultivo ideal para que las intenciones autoritarias y hegemónicas del poder central, hagan mella en estas fisuras a través de un cerco emocional y económico a todos aquellos integrantes de la comunidad universitaria que no se plieguen a los valores socialistas que enuncia el Convenio Colectivo que está sobre la mesa. Este es el Caballo de Troya que no se ha analizado con seriedad a mi manera de ver las cosas. 

Reaccionariamente se suscribe un paro indefinido dejando aisladas todas aquellas iniciativas que promuevan el diálogo y la reflexión en las aulas o en los pasillos universitarios. Lo contextos históricos cambian y esta situación de conflicto no puede ser analizada bajo la perspectiva de los resultados que se obtuvieron en escenarios del ayer. ¿Por qué no es posible contar con una propuesta completa de aspiraciones reivindicativas por parte de FAPUV? Bien lo explica el profesor Lucena, a cualquier patrono, sea público o privado, le conviene negociar con entes gremiales afines a sus principios de acción, pero esto le resta esencia de justicia si se ejerce desde la exclusión a otras alternativas que estén dentro del escenario en cuestión y que servirán de muro de contención a las pretensiones de futuros desconocimientos por parte del empleador, a las aspiraciones alcanzadas.

El profesor Pablo Aure de la Universidad de Carabobo,  lanza un alerta ante esta decisión frontal a un cese de actividades académicas indefinidas. ¿Se han evaluado seriamente las implicaciones que tiene tal decisión? ¿Qué se gana con una universidad cerrada? ¿por qué existen grupos extremistas que apuestan a la violencia hacia todos aquellos participantes que no desean llevarse por directrices de protesta que no terminan de entender o que simplemente no gozan de una trascendencia significativa? 

Para algunos, la universidad es el reflejo del país, para otros es todo lo contrario, el país es un reflejo de la universidad ¿quién vino primero, el huevo o la gallina? Particularmente me inclino a la primera, el momento histórico actual me inclina a ello. Vivimos en un país polarizado, escindido de manera dramática en dos partes, con un gobierno que demuestra igualmente una debilidad de origen, que solo se expresa en términos de violencia e intimidación, pues muy a mi pesar esto se refleja en los recintos universitarios, donde se está llegando al extremo de justificar conductas agresivas como ejemplo de luchas reivindicativas entre estudiantes y profesores. Me parece que como formadores de nuevas generaciones de profesionales, no se debe perder el norte y la violencia no es más que el medio y justificación que utilizan todos aquellos individuos que no tienen la razón, que adicionalmente carecen de principios elementales para prodigar respeto y respeto hacia el otro, hacia el que piensa diferente.

Es necesario, es importante contar con universidades autónomas, universidades libres de ataduras ideológicas que puedan desplegar al viento la universalidad del conocimiento. Recuerdo a Ciorán en estos momentos, cuando enuncia que la idea como idea es neutra, yo diría que hasta virginal,  solo que el hombre en su afán de dominio la corrompe y vierte en ella sus apetencias, sus inconformidades, sus resentimientos, su revancha. La idea de universidad debe ser un espacio para la libre creación,  no para el establecimiento de fronteras y mucho menos de coordenadas que limiten su accionar. 

La Caverna siempre estará abierta a todos aquellos que deseen encadenarse, particularmente debo respetar a los que prefieren la zona de confort de esa cadena que obliga a estar estacionados en un solo sitio porque se decidió que es demasiado temerario  la zona de aprendizaje, insisto, se respeta esa postura, entonces solo me queda solicitar que no se asesine al mensajero que se liberó. 

4 comentarios:

  1. La idea, como siempre, es noble y legítima: tratar de entender la realidad. En este caso, una realidad específica: la de las Universidades venezolanas.Por supuesto, las cosas se complican cuando surgen las interpretaciones.
    Usas el mito de la caverna para tu interpretación, pero ¿ha sido interpretado correctamente el mito de la caverna? De su interpretación dependerá luego la que se le dé al problema al cual se aplica.
    ¿A quien retrata Platón en su mito? ¿Al hombre? ¿A la sociedad? ¿A las instituciones? ¿La interpretación está dirigido a un ente individual o va hacia un colectivo?
    Para mí, el problema es El Hombre, y éste lo transmite a las instituciones que crea. La Universidad es una institución creada por el hombre y está sujeta, por tanto, a portar todas sus virtudes y todas sus debilidades.
    El problema de la Universidad venezolana es que ella está también metida en la caverna, forma parte de ésta, ocupa uno de sus compartimientos internos. Cuando un hombre se escapa de la caverna pudiese ser que éste haya salido de la Universidad. En mi experiencia he visto cómo un número reducido de trabajadores, fundamentalmente profesores, han logrado salir de la caverna. Pero ellos son también sacrificados (el sacrificio, el ajusticiamiento, tiene múltiples formas).
    Yo estoy de acuerdo con tener un mejor salario. Quiero tener mejor salario porque quiero personalmente ser mejor. Comprar más material de estudio, por ejemplo. Pero no estoy seguro de si la Universidad requiere un mayor presupuesto. Tendría que tener yo acceso a una auditoría administrativa para ver cómo se administra el que se tiene (muchas cosas extrañas he visto en la Universidad).
    En los actuales momentos ya no estoy seguro de si estoy o no de acuerdo con la autonomía. Tengo dudas sobre qué autonomía es la que necesitamos. Particularmente, la limitaría en muchos aspectos. Lo que no comparto, con seguridad, es que gobiernos como los que hemos tenido se constituyan en los guardianes de la academia y de su administración. Eso se parece a los guardias nacionales que cuidan las aduanas y las fronteras (sobran las explicaciones).

    "¿Usted es autónoma? Entonces elimíneme usted la venta de cupos en las Facultades".

    Esto es algo que a mí como universitario me llena de la más profunda vergüenza. No te imaginas con qué frecuencia me consigo con personas que me dicen con aquella naturalidad, lo que pagaron por un cupo en la Facultad tal, como si tratara de un televisor que hubieran comprado. ¿Las Autoridades no saben que en la Universidad se venden cupos? ¿Será posible que todo el mundo lo sepa menos ellas? ¿Y quiénes se reparten los reales de este negocio? Los precios de los cupos ya están sujetos a las leyes del mercado (la oferta, la demanda, la inflación). Los precios de los cupos están homologados. Así como se publican las tablas con los sueldos de profesores y trabadores universitarios por categoría, también podrían publicarse las tablas de precios de cupos por Facultad y por Universidad. Así los estudiantes agarran para donde más les convenga de acuerdo a sus posibilidades económicas.
    ¿Te cuento otras cosas que he visto? Quizás el espacio no es el adecuado. Sólo te puedo decir que yo he sido perseguido por un Rector y por un Consejo Universitario, por haber escrito que en la Universidad había corrupción. La Universidad hizo lo mismito que hace el gobierno: en lugar de emprender las averiguaciones que correspondían, condenó al denunciante. Tuve que pelear gremialmente y buscarme abogados para salir del apuro.
    Bueno, después seguimos hablando; ahorita voy a investigar sobre un músico que descubrí.

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    1. Voy a empezar con esto ...
      "Pero si aumentan los sueldos y pagan las reivindicaciones prometidas, ello no implica que se saciará el hambre espiritual. De nuestros corazones debe surgir la voz que nos diga a nosotros y que les diga a los otros que debemos parar esta locura. Que todos somos necesarios para encontrar el camino. Pongámonos de acuerdo en las señales que indiquen si avanzamos o retrocedemos. Si llegamos a un acuerdo en torno a los indicadores de progreso, nuestra inspiración nos llevará al progreso. Lo hizo un negro en medio de la discriminación; también podemos hacerlo nosotros."
      Este párrafo, forma parte de un texto que leí aquí ...

      https://www.facebook.com/notes/carlos-mora/gobierno-y-universidad-la-par%C3%A1bola-de-la-semilla-que-dio-fruto/446074886859 (Debe copiar el enlace a su barra de navegación, ya que este espacio no me permite crear el hipervínculo)

      Al leer su escrito, recordé las ideas contenidas en este enlace, ideas que fueron compartidas en el año 2010 y que siguen tan vigentes como si nada hubiera pasado en este tiempo transcurrido.

      Le agradezco la perspectiva que ofrece sobre la Alegoría aunque sin restar crédito a su propuesta, me gustaría insistir en la idea más transparente de lo que es la universidad, la verdad plural que pudiera estar humanizada en el prisionero liberado.

      En el escrito que sugiero se habla de que podrán alcanzarse todas las reivindicaciones posibles para la comunidad universitaria, pero si el talento humano que la conforma no está preparado para gestionar un cambio profundo en esa cultura organizacional de mediocridad y facilismo, no habrá presupuesto justo que valga. Y aquí vale la pregunta ¿cuánto es un presupuesto justo? ¿todo lo que pida? ...no lo creo y he aquí donde la palabra diálogo es fundamental y es a lo que precisamente el gobierno se resiste.

      Se lo comenté en una oportunidad, la Universidad está herida y no de ahora, está enferma de desidia, de indiferencia, de falta de compromiso desde hace mucho tiempo atrás y su experiencia personal lo corrobora ¿soluciones? Un problema complejo requiere soluciones ¿sencillas? ¿contradicción? Mi punto es que estas soluciones se encontrarán en la medida que la tolerancia abrigue sus espacios y que la justicia sea la bandera que ondee en todas las acciones de los universitarios. Se habla de mucha riqueza material cuando a lo mejor la riqueza debe provenir de otro lado, más trascendente, de tan sencillo que es se torna en el más complejo, la autocrítica.

      Gracias por comentar, siempre serán bienvenidos sus comentarios. Un abrazo

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  2. Gracias por el compartir, creo que leer algo diferente sobre la problemática universitaria es tan terapéutico como lo es escribirla.
    Debo expresar mi acuerdo con La Braga Azul, creo que la asociación con la alegoría platónica no esta del todo correcta, desde mi perspectiva de estudiante el mundo de sombras lo asocio con el uso de los recursos dentro de la universidad, algo que muy pocos saben o creen saber.

    Pero por ello no desprecio la intención inicial del texto, reflexionar sobre la función transcendental que lleva consigo las universidades no sólo en Venezuela sino también en todo el mundo. Y precisamente por esto último hago el comentario, creo que en Venezuela idealizar a la universidad como esa herramienta fundamental de transformación social, creo que es una realidad demasiado platónica. No olvidemos que "las universidades venezolanas están llenos de venezolanos", y aunque parezca absurdo lo anterior, sé que entienden lo que quiero decir.

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    1. Sí Adrián, mi intención fue un poco idealista, más orientada al mundo inteligible de Platón. Ahora es muy cierto, la humanización de lo que significa la universidad para efectos prácticos en un momento histórico que nos obliga a ofrecer alternativas, queda un poco desorientada cuando es ese mismo hombre el que desarrolla su propia caverna. En este caso, la utopía pareciera que queda un poco descolorida. Siempre será una lucha entre las sombras y la luz, más allá ...la calidad de la luz.

      Te agradezco mucho tu opinión porque enriqueces aún más mi perspectiva sobre este asunto que nos está afectando de manera muy significativa.
      Un fuerte abrazo

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